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Existe una fuerza inmensamente superior a la electricidad y a la dinamita: esa es la fuerza del pensamiento. Cuando pensamos en algún amigo, o en un miembro de la familia, etc., de nuestro cerebro se escapan ondas mentales. Estas ondas son como las de las emisoras de radio.
Estas ondas viajan a través del espacio y llegan a la mente de aquella persona en la cual estamos pensando. Ya los científicos comienzan a experimentar con la fuerza del pensamiento. Pronto inventarán el telementómetro (instrumento con el cual se podrá medir la fuerza mental de cada persona). En un futuro la óptica avanzará un poco más y entonces se inventará el fotomentómetro (instrumento que nos permitirá ver y medir la fuerza mental que irradia el cerebro humano).
Así como el hombre tiene mente, así también todo el Universo tiene mente. Existe la mente humana y la mente cósmica. La tierra es mente condensada. El Universo entero es mente condensada. Las ondas de la mente Universal saturan el infinito espacio. El ingeniero que va a edificar una casa, lo primero que hace es el proyecto mental. La construye en la mente, la proyecta en el plano, y por último la cristaliza materialmente. Así toda cosa, toda edificación, existió primero en la mente. No puede existir nada en el mundo físico o material en que vivimos, sin antes haber existido en el mundo de la mente.
Es necesario aprender a concentrar y proyectar la mente con precisión y gran fuerza. Es necesario que sepamos que concentrar la mente es fijar la atención en una sola cosa. Cuando fijamos la atención mental en un amigo distante, cuando nos concentramos en ese amigo, podemos estar seguros de que nuestro cerebro emite potentes ondas mentales que llegarán inevitablemente al cerebro de nuestro amigo.
Lo importante es que nos concentremos verdaderamente. Es necesario que ningún otro pensamiento sea capaz de distraernos. Debemos aprender a concentrar la mente.
Quien aprenda a manejar la fuerza del pensamiento va con absoluta seguridad al triunfo como la flecha llega al blanco guiada por la mano del experto arquero. Recordemos que el mundo es un producto de la mente. Somos lo que somos por la mente. Podemos cambiar totalmente haciendo uso de la fuerza del pensamiento.
El pobre y miserable es así porque quiere ser así, con la mente se sostiene pobre y miserable. El rico y poderoso es así porque con la mente se hizo así. Cada cual es lo que quiere ser con la fuerza de la mente. Cada cual proyecta en el mundo de la Mente Cósmica lo que es y lo que quiere ser. Los proyectos de la mente cristalizan físicamente y entonces tenemos en la práctica nuestra vida rica o miserable, feliz o desgraciada.
Todo depende de la clase de proyecciones mentales que han cristalizado. Así como la nube se condensa en agua y el agua se condensa en hielo, así también la fuerza mental. Primero nubes (proyectos), luego agua (circunstancias, desarrollo del proyecto), y por último el duro hielo (el proyecto convertido en hechos concretos).
Si el proyecto ha sido bien hecho y con fuerza suficiente, si los hechos o el desarrollo de los hechos y las circunstancias han sido maravillosas, el resultado será la victoria. La condensación perfecta del proyecto es: la victoria.
Los factores básicos para el triunfo de un proyecto son tres:
- Fuerza Mental.
- Circunstancias Favorables.
- Inteligencia
La Fuerza Mental
Sin fuerza mental es imposible lograr la cristalización de un proyecto (comercial, etc.). Es necesario aprender a manejar la fuerza mental. Pero primero es necesario que aprendamos a relajar el cuerpo físico. Es indispensable saber relajar el cuerpo para lograr la perfecta concentración del pensamiento: podemos relajar el cuerpo estando sentados en un cómodo sillón, o acostados en la posición de hombre muerto (con los talones tocándose entre sí, los brazos junto a los costados, etc.). De las dos posiciones, la segunda (posición de hombre muerto) es la mejor.
Imaginemos que nuestros pies son sutiles, que de ellos se escapan un grupo de enanitos. Imaginemos que nuestras pantorrillas están llenas de pequeños enanos juguetones que se están saliendo de uno en otro y que conforme van saliendo, los músculos se van haciendo flexibles y elásticos. Continuemos con las rodillas haciendo el mismo ejercicio. Sigamos con los femorales, órganos sexuales, vientre, corazón, garganta, músculos de la cara y cabeza en orden sucesivo, imaginando que esos pequeños enanos se escapan de cada una de estas partes del cuerpo dejando los músculos completamente relajados.
Concentración del Pensamiento
Cuando el cuerpo está perfectamente relajado, la concentración del pensamiento se hace fácil y sencilla. Concentrémonos en el negocio que tenemos proyectado. Imaginemos en forma viva todo el negocio, las personas que se relacionan con el negocio. Identifiquémonos con esas personas. Hablemos como si fuesen ellas; digamos mentalmente lo que quisiéramos que esas personas dijesen. Olvidémonos del sí mismo y cambiemos nuestra humana personalidad por la humana personalidad de esas personas, actuando como quisiéramos que esas personas actuaran. Así determinaremos potentes ondas de pensamiento que atravesará el espacio para llegar al cerebro de las personas relacionadas con el negocio. Si la concentración es perfecta, el triunfo será entonces inevitable.
La Ley del Karma
Esta ley se conoce en el Oriente. Millones de personas en el mundo entero la conocen porque esta ley es universal. Esta ley opera en todo el Universo. Si hacemos mal uso de la fuerza del pensamiento, la Ley del Karma caerá sobre nosotros, entonces nos llegarán las horribles consecuencias.
La energía mental es dádiva de Dios y sólo se debe utilizar para buenos propósitos y con buenas intenciones. Es justo que el pobre mejore su situación económica. Pero no es justo utilizar la fuerza mental para perjudicar a otras personas. Antes de hacer un trabajo mental para llevar a cabo la cristalización de un proyecto, debemos reflexionar y meditar: si vamos a utilizar la fuerza mental para perjudicar a otros, es mejor que no lo hagamos porque el Rayo Terrible de la Justicia Cósmica caerá inevitablemente sobre nosotros como un rayo de venganza.
Circunstancias Favorables
El pensamiento y la acción deben marchar totalmente unidos. La cristalización de un proyecto sólo es posible cuando las circunstancias son favorables. Aprendamos a determinar circunstancias favorables para nuestro negocio. Freud, el gran psicólogo, dijo que todo lo que el ser humano hace en la vida tiene dos causas fundamentales: 1) El impulso sexual, 2) El deseo de ser grande. Todo ser humano se mueve bajo el impulso sexual. Todo el mundo quiere ser apreciado. A nadie le gusta verse despreciado. Si queremos rodearnos de buenas circunstancias para la cristalización de nuestros negocios, entonces debemos reconocer las buenas cualidades de los demás. Estimulemos las buenas cualidades del prójimo, no humillemos a nadie, no despreciemos a nadie. Es necesario dar alimento a cada cual en su trabajo, oficio o profesión.
Por medio del aprecio y del aliento podemos despertar entusiasmo en todas aquellas personas que se relacionan con nosotros. Aprendamos a elogiar sabiamente a nuestros semejantes sin caer en la adulación. Las personas se sienten reconfortadas con el alimento de la estimación. Seamos agradables; no critiquemos a nadie.
Así formaremos el ambiente favorable para la cristalización de nuestros negocios. La apreciación sincera de los méritos del prójimo es uno de los grandes secretos del éxito.
Es necesario dejar la mala costumbre de estar hablando de nosotros mismos a cada instante. Es urgente emplear la palabra para fortalecer y alentar todas las buenas cualidades del prójimo.
Debemos dejar la pésima costumbre de estarnos nombrándonos a nosotros mismos y de contar a cada instante nuestra propia vida. El hombre o la mujer que sólo hablan de sí mismos, se vuelven insoportables. Personas así caen en la miseria porque la gente se cansa de ellos.
Jamás digamos “Yo”. Diga siempre: “Nosotros”. El término “nosotros” tiene más fuerza cósmica. El término “Yo” es egoísta y fastidia a todos aquellos que se ponen en contacto con nosotros. El Yo es egoísta. El Yo debe ser disuelto. El Yo es creador de conflictos y problemas. Repitamos siempre: nosotros, nosotros, nosotros.
Todas las mañanas, antes de levantarse, digamos con fuerza y energía;
“Nosotros somos fuertes. Nosotros somos ricos. Nosotros estamos llenos de suerte y armonía. OM, OM, OM”.
Recemos esta sencilla plegaria y veremos que tendremos éxito en todo. Pongamos gran devoción en esta plegaria. Pongamos fe.
Ejercicio
Colguemos del techo de nuestra habitación un hilo de seda. En el extremo de este hilo debe haber una aguja. Concentrémonos en esa aguja y tratemos de moverla con la fuerza del pensamiento.
Las ondas mentales, cuando se desarrollan, pueden mover esta aguja. Trabajemos diez minutos al día en esta práctica. Al principio, la aguja que pende del hilo de seda no se moverá. Con el tiempo podremos ver que la aguja oscila y llega a moverse fuertemente. Este ejercicio es para desarrollar la fuerza mental. Recordemos que las ondas mentales viajan a través del espacio y pasan de un cerebro a otro.
Extraído de “Introducción a la Gnosis” de Samael Aun Weor
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