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Cinco son las causas de las enfermedades, a saber:
- Del Ens Astrale.
- Del Ens Veneri.
- Del Ens Espirituale.
- Del Ens Naturae.
- Del Ens Dei.
Dice el Maestro Paracelso: “Todas las enfermedades tienen su principio en alguna de las tres sustancias: sal, azufre y mercurio, lo cual quiere decir, que pueden tener su origen en el mundo de la materia (simbolizado por la sal), en la esfera del alma (simbolizado por el azufre), o en el reino de la mente (simbolizado por el mercurio)”. Si se desea comprender mejor este aforismo del Maestro Paracelso, debe estudiarse la constitución interna del hombre. (Véase “El Matrimonio Perfecto” y “La Revolución de Bel”).
Si el cuerpo, el alma y la mente están en perfecta armonía entre sí, no hay peligro de discordancias perjudiciales, pero si se origina una causa de discordia en uno de estos tres planos, la desarmonía se comunica a los demás.
El SER no es el cuerpo físico; tampoco es el cuerpo vital que sirve de base a la Química orgánica; ni es el cuerpo Sideral, raíz misma de nuestros deseos; ni la mente, organismo maravilloso cuyo instrumento físico es el cerebro. El SER no es el cuerpo de la Conciencia, en el cual se fundamentan todas nuestras experiencias volitivas, mentales o sentimentales. El SER es algo mucho más recóndito.
Lo que es el SER, muy raros seres humanos lo han comprendido.
El GLORIAN es la ley y es la raíz incógnita del ser humano.
El GLORIAN es el SER del SER.
El GLORIAN es la ley dentro de nosotros.
Cuando el ser humano obedece a la ley, no puede enfermarse; la enfermedad viene de la desobediencia a la ley. Cuando los siete cuerpos, como si fuesen siete YOES quieren actuar separadamente, el resultado es la enfermedad.
Los cuerpos físico y vital deben obedecer al alma; el alma debe obedecer al ÍNTIMO, y el ÍNTIMO debe obedecer al GLORIAN. Cuerpo, alma y espíritu, deben convertirse en un universo purismo y perfecto a través del cual pueda expresarse la majestad del GLORIAN.
Veamos un ejemplo concreto y simple: Si arrojamos piedras al agua, se producirán ondas necesariamente. Esas ondas son la reacción del agua contra las piedras.
Si alguien nos lanza una palabra ofensiva, sentimos ira. Esa ira es la reacción contra la palabra ofensiva, y la consecuencia puede ser una indigestión o un dolor de cabeza, o simplemente pérdida de energías, causa de alguna enfermedad futura.
Si alguien frustra un plan que tenemos proyectado, nos llenamos de honda preocupación mental. Esa preocupación es la reacción de nuestro cuerpo mental contra la incitación exterior.
Nadie duda que una fuerte preocupación mental trae enfermedades a la cabeza. Debemos gobernar las emociones con el pensamiento, y el pensamiento con la voluntad, y la voluntad con la conciencia.
Y debemos abrir nuestra conciencia como se abre un templo, para que en su altar oficie el sacerdote (el ÍNTIMO), ante la presencia de Dios (el GLORIAN).
Tenemos que dominar nuestros siete vehículos y cultivar la serenidad, para que a través de nosotros pueda expresarse la sublime e inefable majestad del GLORIAN.
Cuando todos los actos de nuestra vida cotidiana, hasta los más insignificantes, sean la expresión viviente del GLORIAN en nosotros, entonces ya no volveremos a enfermarnos.
Estudiemos ahora las cinco causas de las enfermedades en sucesivo orden:
- ENS ASTRALE
Dice Paracelso: “Los astros en el cielo no forman al hombre. El hombre procede de dos principios: el “Ens Seminis” (el esperma masculino) y el “Ens virtutis” (el ÍNTIMO). Tiene por tanto dos naturalezas: una corpórea y otra espiritual y cada una de ellas requiere su digestión (matriz y nutrición)”.
“Así como el útero de la madre es el mundo que rodea al niño y del cual el feto recibe su nutrición, de la propia manera la naturaleza, de la cual el cuerpo terrestre del hombre recibe las influencias que actúan en su organismo, el “Ens Astrale” es algo que no vemos pero que nos contiene a nosotros y a todo lo que vive y tiene sensación. Es lo que contiene al aire y del cual viven todos los elementos y los simbolizamos con “M” (misterium)”. (Paramirum Lib. 1).
Aquí nos habla claramente el gran Teofastro de la luz astral de los kabalistas, del ázoe y la magnesia de los antiguos alquimistas, del Dragón volador de Medea, del INRI de los cristianos y del Tarot de los Bohemios.
Ya llegó la hora en que la “Biocenosis” estudie a fondo el gran agente universal de vida, la luz astral y su “selbe et coagula”, representados en el macho cabrío de Méndez.
La luz astral es la base de todas las enfermedades y la fuente de toda vida. Toda enfermedad, toda epidemia tiene sus larvas astrales, que, al coagularse en el organismo humano, producen la enfermedad.
En el templo de Alden, los Maestros sientan a sus enfermos en un sillón, bajo luz amarilla, azul y roja. Estos tres colores primarios sirven para hacer visibles en el cuerpo astral las larvas de la enfermedad.
Después de que los Maestros extraen estas larvas del cuerpo astral del paciente, tratan este organismo con innumerables medicamentos.
Sano ya el cuerpo astral, el cuerpo físico sanará matemáticamente, porque antes de que enfermasen los átomos físicos de un órgano, enferman los átomos “internos” del mismo órgano. Curada la causa, curase el efecto.
Toda persona enferma puede escribir una carta al templo de Alden, y recibirá ayuda de los médicos Gnósticos. La carta debe ser escrita por el interesado, y quemarse luego por él mismo, después de haberse perfumado con incienso, en el propio acto.
La carta astral o alma de la carta quemada, irá al templo de Alden. Los Maestros de la sabiduría leerán la carta y asistirán al enfermo.
Debemos tener nuestras casas aseadas, tanto en lo físico como en lo astral. Los depósitos de basura están siempre llenos de larvas infecciosas. Hay sustancias odoríferas que queman las larvas o las arrojan fuera de la casa. El frailejón es una planta que utilizan los indios Arhuacos para desinfectar sus casas. Se puede también hacer la desinfección con belladona, alcanfor y azafrán.
Minerva, la Diosa de la Sabiduría, esteriliza los microbios del aposento del enfermo con cierto elemento alquímico que irradia mediante sistema especial. Esto les impide reproducirse.
También tiene Minerva un lente cóncavo, que aplica al órgano del enfermo, estableciendo así un foco de magnetismo perenne que produce la curación.
Debemos evitar el trato con personas malvadas, pues esas personas son centros de infección astral.
- ENS VENERI
“Si una mujer deja a su marido, no se halla entonces libre de él, ni él de ella, pues una unión marital, una vez establecida, permanece para toda la eternidad”. (De “Homunculis”, Paracelso).
Realmente, en el semen está contenida la personalidad humana, pues el semen es el astral líquido del hombre y toda unión sexual es por este motivo indisoluble.
El hombre que tiene contacto sexual con una mujer casada, queda por este motivo vinculado a parte del karma del marido. Fluídicamente, los dos maridos de la mujer quedan conectados mediante el “sexo”.
Cuando el semen cae fuera de la matriz, se forman con sus sales en corrupción ciertos parásitos, los cuales se adhieren al cuerpo astral de quien los engendró, absorbiendo de esta manera la vida de su progenitor.
Los hombres masturbadores engendran “súcubos” y las mujeres masturbadoras engendran “íncubos”. Estas larvas incitan a sus progenitores a repetir incesantemente el acto que les dio vida. Tienen el mismo color del aire y por eso no se ven a simple vista. Remedio eficaz para librarse de ellas es llevar flor de azufre entre los zapatos. Los vapores etéricos del azufre las desintegran.
Al abandonar el alma el cuerpo físico por causa de la muerte, se lleva todos sus valores de conciencia. Al reencarnar en un nuevo cuerpo físico trae todos estos valores de conciencia, tantos buenos como malos. Estos valores son energías positivas y negativas.
Todo ser humano corriente tiene en su atmósfera astral cultivos de larvas de formas tan extrañas que la mente no puede concebir.
Los valores positivos traen salud y dicha. Los valores negativos se materializan en enfermedades y amarguras. La viruela es el resultado del odio. El cáncer, de la fornicación. La mentira desfigura la figura humana engendrando hijos monstruosos. El egoísmo extremado produce la lepra. Se es ciego de nacimiento por pasadas crueldades. La tuberculosis es hija del ateísmo. Cada defecto humano, es pues, un veneno para el organismo.
- ENS ESPIRITUALE
La extraña historia que relatamos a continuación, sucedió en un pueblo de la costa Atlántica de Colombia conocido con el nombre de Dibulla. Sus moradores, en su mayoría, de raza negra, vivían despreocupados e indolentes. Un día, hace algunos años, nativos de esta localidad robaron a los indios Arhuacos reliquias sagradas de sus antepasados. El “Mama” Miguel envió una comisión a Dibulla con este recado:
“El “Mama” ha puesto el lebrillo y sabe que en este pueblo están las reliquias de nuestros antepasados; Si no las entregáis en la luna llena, el “Mama” enviará los “Ánimos” y quemará el pueblo”. Esta petición sólo causó mofas y risas entre los dibulleros.
A la llegada de la luna llena, sin causa conocida, estalló un incendio en el pueblo. Cuando acudieron los vecinos a apagarlo, nuevos incendios estallaban, especialmente en las casas donde guardaban las reliquias robadas. Parecía como si las potencias del fuego se hubieran confabulado contra aquel pueblo indefenso para convertirlo en cenizas. Cantaban en vano los curas sus exorcismos y las gentes lloraban amargamente. Todo era confusión, y, perdida toda esperanza de contener el fuego, resolvieron devolver los dibulleros a los Arhuacos las reliquias sagradas. Inmediatamente y como por ensalmo, cesaron los incendios.
¿De qué medios se valió el “Mama” para producir los incendios? Indudablemente, de los elementales del fuego, contenidos en plantas, hierbas y raíces de los signos del fuego. Estos conocimientos son ignorados no solamente por científicos modernos, sino por las sectas que dicen ser poseedoras de las enseñanzas ocultas…
Al hablar del ENS ESPIRITUALE tenemos que ser claros en la expresión y precisos en el significado, porque ENS ESPIRITUALE es complejo en su esencia y en sus accidentes.
Al hablar de los Tatwas, que son criaturas elementales de los vegetales, advertimos que pueden ser utilizados por los magos negros para causar daño a sus enemigos. Cada vegetal es un extracto tatwico.
¿Y qué es Tatwas? Sobre esto se ha hablado bastante, pero no ha sido bien comprendido. Tatwa es vibración del éter. Todo sale del éter y todo vuelve al éter. Rama Prasá, el gran filósofo indio, habló de los Tatwas, pero no enseñó a manejarlos por no conocer a fondo la sabiduría de los Tatwas. También H.P. Blavatsky, en su obra “La Doctrina Secreta” habló de los Tatwas, pero ella desconocía la Técnica esotérica que versa sobre el uso práctico de los Tatwas.
Todo el universo está elaborado con la materia etérica Akasa, término usado por los indostaníes. El éter se descompone en siete modalidades diferentes que, al “condensarse”, dan origen a todo lo creado.
El sonido es la materialización del Akasa Tatwa. El sentido del tacto es la materialización del Vayú Tatwa. El fuego y la luz que percibimos con nuestros ojos es la materialización de Tejas Tatwa. La sensación del gusto no es más que la condensación del Tatwa Apas. El olfato es la materialización de Pritvi Tatwa. Hay otros dos Tatwas que sólo sabe manejar el mago. Son el Ado Tatwa y el Shamadi Tatwa.
Akasa, es la causa primaria de todo lo existente. Vayú es la causa del aire y del movimiento. Tejas es el éter del fuego animando las llamas. Pritvi es el éter del elemento tierra acumulado en las rocas. Apas es el éter del agua que entró en acción antes de Pritvi, pues antes de que hubiera tierra hubo agua.
Los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, fuego, agua y aire, son una condensación de cuatro clases de éter. Estas cuatro variedades de éter están densamente pobladas por innumerables criaturas elementales de la naturaleza.
Las salamandras viven en el fuego (Tatwa Tejas). Las ondinas y las nereidas en las aguas (Tatwa Apas). Las sílfides en las nubes (Tatwa Vayú). Los gnomos y pigmeos en la tierra (Tatwa Pritvi).
Los cuerpos físicos de las salamandras son las plantas, hierbas y raíces de los vegetales, influidos por los signos del fuego.
Los cuerpos físicos de las ondinas son los elementales de las plantas influidas por los signos zodiacales del agua.
Los cuerpos físicos de las sílfides son los elementales de las plantas con los signos de aire.
Los cuerpos físicos de los gnomos son los elementales de las plantas bajo la influencia de los signos zodiacales de tierra.
Cuando el “Mama” Miguel incendió a Dibulla, utilizó el Tatwas Tejas. El instrumento para operar con este Tatwa son los elementales de fuego (salamandras) encarnados en las plantas, árboles, hierbas y raíces de los signos de fuego.
Manipulando el poder oculto de las plantas de agua, podemos operar con Apas y desatar las tempestades o apaciguar las aguas.
Manejando los elementales del aire encerrados en los vegetales de este signo (Vayú) podemos desatar o calmar los vientos y huracanes.
Manejando el poder oculto de las hierbas de los signos de tierra podemos transmutar el plomo en oro, pero para ello necesitamos de Tejas también.
Las tradiciones prehistóricas de la América precolombina nos aseguran que los indios trabajaban el oro como si se tratara de blanda arcilla. Esto lo conseguían con los elementales de las plantas, cuyo elemento etérico son los Tatwas.
Los magos negros utilizan los elementales de los vegetales y los Tatwas para dañar a distancia a sus semejantes.
Cuando las sílfides astrales cruzan el espacio, agitan a Vayú y Vayú mueve las masas de aire y se produce el viento.
Cuando un mago agita con su poder a los elementales del fuego, éstos a su vez actúan sobre Tejas, y entonces el fuego devora lo que el mago quiere.
En el mar estallan grandes batallas entre los elementos. Las ondinas lanzan el éter de sus aguas contra las sílfides, y éstas, devuelven el ataque enviando ondas etéricas contra las ondinas. De la agitada combinación de agua y aire estalla la tempestad. El rugido del mar y el silbido del huracán son los gritos de guerra de estos elementales.
Los elementales de la naturaleza se agitan cuando los correspondientes elementales se emocionan, entusiasman o mueven intensamente.
Al manipular los elementales de las plantas, nos hacemos dueños de sus Tatwas y de los poderes que ellos encierran.
El cuerpo etérico del ser humano está constituido de Tatwas y sabemos que este cuerpo es la base sobre la que opera la Química orgánica.
La misma ciencia oficial, en sus tratados de física, ya no puede negar que el éter penetra todos los elementos físicos.
Dañando el cuerpo etérico, se daña matemáticamente el cuerpo físico. Utilizando los elementales vegetales y las ondas etéricas, pueden causar daño a distancia al cuerpo etérico entidades perversas. Las consecuencias son muy graves.
El cuerpo Astral es un organismo material un poco menos denso que el físico. Los otros cuerpos internos también son materiales, y como tales, tienen sus enfermedades, sus medicinas y sus médicos. No son raras en el templo de Alden las operaciones quirúrgicas.
Un grave daño en el cuerpo mental, al transmitirse reflejamente en el cerebro físico, produce la locura. La desconexión entre el cuerpo Astral y el Mental, ocasiona locura furiosa. Si no hay ajuste entre el Astral y el etérico, necesariamente, resulta el idiota o cretino.
En el templo de Alden, en donde moran los grandes Maestros de la Medicina: Hipócrates, Paracelso, Galeno, Hermes y otros, hay un laboratorio de alquimia de alta trascendencia. Este templo está en el Astral, en las entrañas vivas de la gran Naturaleza.
Los cuerpos internos comen, beben, asimilan, digieren y excretan, exactamente lo mismo que el organismo físico, pues son cuerpos materiales en diverso grado de sutilidad solamente.
En toda sensación y reacción, estos cuerpos utilizan los Tatwas. Los Tatwas son la base fundamental de todo lo existente, y de la misma manera pueden ser vehículos de amor o de odio.
Tanto los magos negros como los blancos, utilizan para sus respectivos fines los Tatwas de la Naturaleza.
- ENS NATURAE
Los nervios son para el fluido vital lo que los alambres para la electricidad.
El sistema nervioso cerebro espinal es el asiento del ÍNTIMO, y el sistema Gran Simpático es la sede del cuerpo Astral del ser humano.
“El corazón envía todo su espíritu, por todo el cuerpo, así como el Sol envía todo su poder a todos los planetas y tierras; la Luna (la inteligencia del cerebro) va al corazón y vuelve al cerebro. El fuego (calor) tiene su origen en la actividad (química) de los órganos (los pulmones) pero penetra todo el cuerpo.
El licor vital (esencia vital) está universalmente distribuido y se mueve (circula en el cuerpo). Este humo contiene muchos humores diferentes y produce en él “metales” (virtudes y defectos) de varias especies”. (Paramirum L. 3- Paracelso).
Muchos médicos de la ciencia oficial van a exclamar ante estas afirmaciones: ¿Dónde están los cuerpos internos? ¿Cómo hacemos para distinguirlos y percibirlos? “Nosotros solamente aceptamos lo que se pueda analizar en el laboratorio y someter al estudio de los sistemas que hemos desarrollado”. O sea, que el límite de su capacidad está en relación con los aparatos que han perfeccionado. Esta posición en que se colocan de negar todo lo que no pueden comprender y de someter todo al dictamen de sus “cinco” sentidos, es absurda. Si desarrollaran la clarividencia, que es el “sexto” sentido, se darían cuenta de la verdad de estas aseveraciones.
No se debe olvidar que las “lumbreras” de la época de Pasteur se mofaron de él cuando afirmaba las famosas teorías que lo han hecho célebre. ¿No ocurrió lo propio y algo peor con Copérnico y Galileo, víctimas de lo que se creyó contrario a la verdad conocida o revelada? ¿No fueron los “sabios” que cubrieron de vituperios a Colón porque anunciaba la existencia de un nuevo mundo, más allá del cabo de Finisterre, fin de la tierra de entonces?
Se puede despertar el sexto sentido con éste procedimiento: Siéntese frente a una mesa; mire fijamente el agua contenida en un vaso, por espacio de diez minutos todos los días. Al cabo de algún tiempo de prácticas se despertará la clarividencia. La vocal “I” pronunciada diariamente, durante una hora, produce el mismo resultado. Despertada la clarividencia, se podrán ver los cuerpos internos y estudiar su anatomía.
Cuando el cuerpo etérico del hombre está debilitado, el organismo físico enferma por acción refleja. El cuerpo etérico tiene su centro en el Bazo. A través del Bazo penetran en el organismo las energías solares, que son el principio vital de todo lo existente. El cuerpo etérico es un duplicado exacto del cuerpo físico, y está hecho de Tatwas.
Cada átomo etérico penetra en cada átomo físico, produciéndose una intensa vibración. Todos los procesos de la química orgánica se desenvuelven con base en el cuerpo etérico o segundo organismo.
Todo órgano del cuerpo físico enferma cuando su contraparte etérica ha enfermado, y a la inversa: sana el cuerpo físico cuando el etérico está curado.
Los discípulos que no puedan recordar sus experiencias astrales, deben someter su cuerpo etérico a una operación quirúrgica, que realizan los Nirvanakayas en el primer salón del Nirvana (el primer sub-plano del plano Nirvánico, en lenguaje teosófico). Después de esta operación, el discípulo podrá llevar a sus viajes astrales los éteres que necesita para traer sus recuerdos.
El cuerpo etérico, consta de cuatro éteres: éter químico, éter de vida, éter lumínico y éter reflector. Los éteres químico y de vida, sirven de medio de manifestación a las fuerzas que trabajan en los procesos bioquímicos y fisiológicos de todo lo relacionado con la reproducción de la raza.
La luz, el calor, el color y el sonido se identifican con el éter lumínico y reflector. En estos éteres tiene su expresión el Alma sapiente, que es la Doncella querida de nuestros recuerdos. Vista clarividentemente esta doncella parece una bella dama en el cuerpo etérico.
Es necesario que el discípulo aprenda a llevarse en sus salidas astrales a la Doncella querida de los recuerdos para poder traer la memoria de lo que vea y oiga en los mundos internos, pues ella sirve de mediadora entre los sentidos del cerebro físico y los sentidos ultrasensibles del cuerpo Astral. Viene a ser, si cabe el concepto, como el depósito de la memoria.
En el lecho, a la hora de dormir, invoque al ÍNTIMO así: Padre mío, tú que eres mi verdadero ser, te suplico con todo el corazón y con toda el alma, que saques de mi cuerpo etérico a la Doncella de mis recuerdos, a fin de no olvidar nada cuando retorne a mi cuerpo. Pronúnciese luego el Mantram LAAAA RAAAA SSSSSSS, y adormézcase.
Dese a la letra “S” un sonido silbante y agudo parecido al que producen los frenos de aire. Cuando el discípulo se halle entre la vigilia y el sueño, levántese de su cama y salga de su cuarto rumbo a la Iglesia Gnóstica. Esta orden debe tomarse tal cual, con seguridad y con fe, pues es real y no ficticia; en ello no hay mentalismos ni sugestiones. Bájese de la cama cuidadosamente para no despertarse y salga del cuarto caminando con toda naturalidad como lo hace diariamente para dirigirse al trabajo. Antes de salir de un saltito con la intención de flotar, y si flotare diríjase a la Iglesia Gnóstica o a la casa del enfermo que necesita curar. Mas, si al dar el saltito no flotare, vuelva a su lecho y repita el experimento.
No se preocupe usted por el cuerpo físico durante esta práctica. Deje a la Naturaleza que obre, y no dude porque se pierde el efecto.
Tiene el cerebro un tejido muy fino, que es el vehículo físico de los recuerdos astrales. Cuando este tejido se daña se imposibilitan los recuerdos, y sólo se puede remediar el daño en el templo de Alden, mediante curación de los Maestros.
Los canales seminíferos tienen átomos que tipifican nuestras pasadas reencarnaciones. También son los portadores de la herencia y de las enfermedades que sufrimos en vidas anteriores y las de nuestros antepasados.
La célula germinal del espermatozoo es séptuple en su constitución interna y con ella recibimos la herencia biológica y anímica de nuestros padres. El carácter y talento propios se separan de la corriente atávica, porque son patrimonio exclusivo del Ego.
En el corazón del Sol hay un hospital o casa de salud, donde se da asistencia oportuna a muchos iniciados desencarnados por curar sus cuerpos internos.
El aura de un niño inocente es una panacea para los cuerpos mentales enfermos. Las personas que sufren de enfermedades mentales encontrarían gran alivio durmiendo cerca de un niño inocente. También son muy recomendables los sahumerios de maíz tostado. El enfermo debe mantener el estómago libre de gases para evitar que asciendan al cerebro y causen mayores trastornos. El aceite de higuerilla es muy recomendado para estos enfermos de la mente en aplicaciones diarias a la cabeza.
Las vacunas deben proscribirse en todos los casos, pues dañan el cuerpo Astral de las personas. Si se desea recibir ayuda de los Maestros Paracelso, Hipócrates, Galeno, Hermes, etc., escriba al templo de Alden y pida atención médica.
Los Tatwas vibran y palpitan intensamente con el impulso de poblaciones de elementales e influencias de las estrellas. Los Tatwas y los elementales de las plantas son la base de la medicina oculta.
Los tumores purulentos en los dedos, se curan generalmente sumergiendo alternativamente la parte afectada en agua caliente y fría. La acción del calor y el frío (Tatwas Tejas y Apas) al establecer el equilibrio orgánico, restablecen la normalidad.
Todo ser humano carga una atmósfera de átomos ancestrales que tienen sus chacras en las rodillas. Allí, en las rodillas, y no en otra parte, está localizado el instinto de conservación y la herencia de la raza. Por esta exclusiva causa tiemblan las rodillas ante un grave peligro.
- ENS DEI
Dice H. P. Blavatsky “Karma infalible que ajusta el efecto a la causa en los planos físicos, mentales y espirituales del Ser, así como ninguna hasta la más pequeña, desde la perturbación cósmica, hasta el movimiento de nuestras manos, y del mismo modo que lo semejante produce lo semejante, así también karma es aquella ley invisible y desconocida que ajusta sabia, inteligente y equitativamente, cada efecto a su causa haciendo remontar ésta hasta su productor”.
Se paga karma en el mundo físico, y se paga también en los mundos internos, pero el karma en el mundo físico es por grave que sea él, muchísimo más dulce que el correspondiente Astral.
Actualmente, en el “Avitchi” de la luna negra, hay millones de seres humanos que están pagando terribles karmas. La mente del mago se horroriza al contemplar al Lucifer sumergido en fuego ardiente y azufre.
La mente del mago se horripila al contemplar a los famosos inquisidores de la Edad Media soportando el fuego que a otros hicieron soportar, y exhalando los mismos ayes lastimeros que a otros hicieron exhalar.
El alma del mago se estremece de horror al contemplar a los grandes tiranos de la “guerra” purgando sus karmas terribles en la luna negra.
Cuando el alma humana se uno con el ÍNTIMO, ya no tiene karma por pagar, porque cuando una ley inferior es trascendida por una ley superior, la ley superior lava a la ley inferior.
El peor género de enfermedades son aquellas engendradas por karma. La viruela es el resultado del odio, la Difteria es el fruto de las fornicaciones de pasadas vidas. El cáncer es también el resultado de la fornicación.
La tuberculosis o peste blanca, es el resultado del ateísmo y materialismo en pasadas vidas. La crueldad engendra la ceguera de nacimiento. El raquitismo es hijo del materialismo. La malaria proviene del egoísmo, etc. Centenares de otras enfermedades tienen su origen en las malas acciones de nuestras pasadas vidas.
Dentro de cada persona vive “una ley”, y esa “ley” es el “Glorian” de donde emanó el ÍNTIMO mismo. El alma es tan sólo la sombra de nuestro Real Ser, el “GLORIAN”.
El GLORIAN es un hálito del absoluto, para sí mismo profundamente ignoto. El GLORIAN no es espíritu ni materia, ni bien ni mal, ni luz ni tinieblas, ni frío ni fuego. El GLORIAN es la ley dentro de nosotros, es el YO real y verdadero.
Cuando el ÍNTIMO y el alma obedecen a la ley que es “su ley”, el resultado es la alegría, la felicidad y la salud perfecta.
Día llegará en que nos libertaremos de los Universos y de los Dioses; y esto ocurrirá cuando nos fusionemos con el “GLORIAN”, que es la ley dentro de nosotros.
Tócale el Alma subir trabajosamente la septenaria escala de la luz, para pasar más allá de la luz y de las tinieblas. Debe pasar cincuenta puertas para unirse con su GLORIAN. De un Ritual Gnóstico, copiamos lo siguiente:
“Allá arriba, en la altura de lo desconocido hay un palacio, el piso de aquel palacio es de oro, lapislázuli y jaspe, pero en medio de todo sopla un hálito de muerte. ¡Ay de ti, oh guerrero! ¡Oh luchador! Si su servidor se hunde ¡Pero hay remedios y remedios!
“Yo conozco esos remedios, porque el amarillo y el azul que te circundan es visto por mí”.
“Amarme es lo mejor, es el más sublime y delicioso néctar”.
Este fragmento del Ritual Gnóstico de Huiracocha, profanado por Israel Rojas R., encierra grandes verdades esotéricas.
Aquel magnífico palacio de las cincuenta puertas tiene bellos y dulces jardines, en los cuales sopla un hálito de muerte. En sus salones seremos amados por nuestros discípulos más queridos; nos abandonarán los que antes nos aplaudían y admiraban, y quedaremos al fin solos, pero en el fondo realmente ni “solos” ni “acompañados”, sino en plenitud perfecta.
El ser humano se convertirá en una “ley”, cuando se una con “la ley”.
Existen poderes propios y poderes heredados.
Extraído de Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica. Samael Aun Weor
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